martes, 13 de noviembre de 2007

"La segregación lingüística parece la dictadura franquista"

En un artículo titulado "El catalanismo contra Cataluña", el periodista Mauricio Electorat afirma en el diario chileno El Mercurio que, "a diferencia de los tiempos de Vargas Llosa, hoy es Madrid, sin lugar a dudas, la ciudad más cosmopolita, abierta y culturalmente diversa de España", añadiendo que "la decadencia cultural de Barcelona es producto de tres décadas de demagogia nacionalista, de gobiernos que han aplicado políticas de segregación lingüística que se parecen mucho a los métodos de la dictadura franquista". También dice que el catalanismo "rezuma el fascismo ordinario de las víctimas transformadas en verdugos".

En otro momento, el articulista asegura que "el nacionalismo en general es una prueba de las limitaciones del ser humano, pero el nacionalismo catalán es un fango que está acabando a pasos agigantados con la cultura catalana y, en especial, con el cosmopolitismo y la diversidad que tradicionalmente han identificado a Barcelona". Critica luego "el hecho grave" de no invitar a los autores catalanes de lengua castellana a la feria del libro de Frankfurt, lo que califica de "marginación". Asimismo, habla de "segregación lingüística" en Catalunya, "con la consiguiente merma de las capacidades lingüísticas de los chicos catalanes, que hablan y escriben un castellano cada vez más macarrónico".

Añade que "que el papel que se ha autoasignado el nacionalismo catalán ante la Historia es ser los únicos e indiscutibles representantes de lo catalán ", y describe el catalanismo como "una cultura cerrada en si misma, hostil al mundo, autoritaria".

Igualmente, critica el discurso inaugural de la feria de Frankfurt, pronunciado por el escritor catalán Quim Monzó, reprochándole que dijera que "la catalana era una cultura sin Estado, tirando directamente al basurero de la geopolítica a Andorra, un reflejo muy de catalán de Cataluña". Y agrega: "Otra cosa que no subrayó Monzó es que la cultura catalana, la de Tarragona, la de Lérida y muy en especial la de Barcelona, es y ha sido siempre una cultura bilingüe".

"Tras las justificaciones históricas, las políticas culturales impulsadas por el catalanismo rezuman el fascismo ordinario de las víctimas transformadas en verdugos", dice también. Se refiere luego a "las declaraciones de los políticos catalanes" como Josep-Lluís Carod-Rovira o la diputada de CiU, Carme Vidal. "Nada menos que el vicepresidente del gobierno autónomo, Josep-Lluís Carod-Rovira, dijo que en Cataluña los escritores de lengua española contaban lo mismo que los escritores de lengua turca en Alemania. ¿En qué se diferencian estas afirmaciones del Una, Grande y Libre?".

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